miércoles, 8 de septiembre de 2010

Verdes de envidia


La envidia es uno de los grandes males de esta sociedad y las mujeres son las grandes abanderadas de este pecado capital, y me jode decirlo, pero es que es verdad, o ¿no han visto nunca a una chica mirar a otra con ODIO porque es más guapa que la primera? Por ENVIDIA.
En mi caso, todo lo que he conseguido en mi vida, empezando por mi físico y terminando por mis relaciones, es porque yo me lo he buscado (en lo bueno y en lo malo). Yo no me levanto de la cama con la raya del ojo hecha (ojalá, porque ¡fuerte pereza!), por ejemplo, yo aprendí a hacérmela, así como a peinarme o vestirme bien, que no es que todo me quede bien, es que sólo me pongo cosas que me queden bien. Si no, sería modelo y no bloguera (acabo de hacer un chiste).
Lo que quiero decir con esto es que tenemos lo que nos buscamos si luchamos por ello. 
Además, que sólo vemos una parte de la vida de las personas que nos rodean.
Me di cuenta del sinsentido que es la envidia el día que supe que una chica preciosa, con un buen trabajo, muchos amigos que la apreciaban, un novio ejemplar (y todo eso) tenía una enfermedad degenerativa. ¿Cómo podía envidiar a alguien que llevara un peso tan grande en su vida?. Cada uno lleva una carga y si no es una enfermedad, es un mal trabajo, o predilección por los hombres infieles o un ojo virollo o ¡yo qué sé!.

El caso es que deberíamos mirar más hacia lo que tenemos y lo que no tenemos y luchar por conseguirlo en vez de mirar a los demás y quedarnos verdes de envidia.


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